
Punto y línea sobre el plano surgió entonces, como compendio de una gran parte de las teorías que Kandinsky enseñaba en la Bauhaus a los estudiantes. El libro lleva el subtítulo «Contribución al análisis de los elementos pictóricos».
Se podría extender ese título, porque algunas cosas van más allá de lo pictórico y entran en cuestiones generales de configuración, tal como Kandinsky las enseñaba en sus clases sobre los elementos básicos de la forma.
la pintura ocupa, entre las otras artes, un lugar sorprendentemente peculiar. La arquitectura, por ejemplo, relacionada por naturaleza con fines prácticos, debió desde el principio obtener ciertos conocimientos científicos.
La música, que exceptuando la marcha y la danza no tiene fines prácticos, y que hasta hoy sólo fue adecuada para obras abstractas, posee desde hace mucho tiempo sus teorías, que si bien constituyen una ciencia un tanto monótona, se encuentran en permanente desarrollo. De modo que ambas artes, antípodas entre sí, tienen una base científica irrefutable.