Todo ser humano al nacer posee una personalidad «potencial», en cuanto a que tiene los
elementos básicos de la misma. Este potencial comenzará a ser realidad cuando se
inicie el desarrollo de ciertas características y capacidades; como trabajo intelectual,
creatividad, conducta intencional y valores éticos, entre otras, que indican que los
diversos elementos de la personalidad están funcionando con cierto nivel de organización.
Se puede hablar de personalidad estructurada cuando el individuo logra dinamizar de
forma integrada y con autonomía estos aspectos básicos, lo que le llevará a tener una
conducta y un pensamiento característicos.
Es verdad que junto a los gigantes de la literatura; los psicólogos, que se dedican a presentar y explicar la personalidad, parecen ineficaces y a veces un poco tontos. Sólo un pedante puede preferir la árida colección de hechos que ofrece la psicología acerca de la vida mental del individuo; a los gloriosos e inolvidables retratos de los novelistas, dramaturgos y biógrafos talentosos.
En otro caso se va acumulando un pesado conjunto de datos deshilvanados. Un crítico hizo una observación áspera. Cuan do la psicología habla de la personalidad humana, expresó; no dice más que lo que siempre dijo la literatura, sólo que lo hace con menos arte.