
Un cambio en la conciencia es fundamental para mantener el equilibrio emocional en este momento crítico cuando las metas se tambalean.
Pero, ¿Cómo podemos cambiar nuestra visión si todo esta desmoronado? Intenta engañarte a ti mismo, o enfrenta la realidad y entiende que la verdadera sabiduría reside en nosotros. Solo necesitas despertarla y ver un futuro paraíso en este planeta.
Piensan que este hermoso planeta que habitamos, y destruimos no podrá renovarse, eso no es cierto. El planeta se renovara, aire, tierra, mar y ríos se purificaran. Y los desastres naturales también harán su parte, limpiando los tomos de todo lo que existe.
Todos añoramos un tiempo nuevo, todos queremos un mundo de paz en este planeta azul, que en su estado puro deslumbra. Esto sucederá cuando nos liberemos de la antigua visión tan física, para asumir la espiritual. Y así enfrentaremos el futuro.
El Paraíso es posible, y lo estamos construyendo con nuestro cambio personal. Con una actitud basada en el respeto mutuo, en la hermandad, en la no violencia.
El universo es un circuito cerrado y se recarga con energía externa. Y ¿Cuál es la fuente que revierte el proceso? Dios, central de energía espiritual. Por eso cuando la incertidumbre acosa, cuando el alma solo genera pensamientos débiles el cambio es inevitable.
El vicio es el extremo opuesto de la virtud, por eso, descargados de energía, los valores se convierten en: egoísmo, ira, ambición, codicia, los cuales defienden la inseguridad personal. Sin embargo, reconociendo a Dios, la unión con Él fortalece, y la negatividad huye como una sombra aventada por la luz de la verdad.
Los valores que no usamos por carecer de energía. La hemos perdido renaciendo una y otra vez. El principio positivo duerme mientras el negativo se apodera del alma. Actualmente el instinto gobierna el mundo, enfermedad endémica que transforma al ser en un desconocido de s mismo.