
Aunque es cada vez más evidente la interdependencia de casi todos los aspectos de nuestras vidas, esto parece hacer poca diferencia en la manera cómo pensamos acerca de nosotros mismos en relación a nuestros semejantes y nuestro ambiente.
Vivimos en una época donde las acciones humanas han desarrollado un poder creador y destructivo de alcance global. Y, sin embargo, hemos fallado en cultivar un correspondiente sentido de responsabilidad.
La mayoría de nosotros nos preocupamos solo por la gente y las propiedades directamente relacionadas con nosotros. Naturalmente tratamos de proteger a nuestra familia y amigos del peligro. De manera similar, la mayoría de la gente pelearía por defender sus hogares y tierras ante la destrucción, ya sea que ésta venga de enemigos o desastres naturales como inundaciones o fuego.
Damos por hecho la existencia de agua limpia y aire puro, la constante producción de cosechas y la disponibilidad de materias primas. Sabemos que estos recursos son finitos, pero debido a que sólo pensamos en nuestras propias exigencias, nos comportamos como si no lo fueran.
Hoy en día, mientras muchos individuos luchan contra la miseria y la alienación, estamos confrontados con problemas globales como la pobreza, sobrepoblación y la destrucción del ambiente. Estos son problemas que tenemos que afrontar juntos. Ninguna nación o comunidad por sí solas pueden esperar ser capaces de resolverlos por sí mismos.
En tiempos antiguos, cada aldea era más o menos auto-suficiente e independiente. No se necesitaba, ni se esperaba cooperar con otros fuera de la aldea. Se podía sobrevivir haciendo todo por uno mismo. La situación ahora ha cambiado de forma radical. Ya no es apropiado pensar solo en términos de mi nación o mi país y mucho menos de mi pueblo.
La situación ahora ha cambiado de forma radical. Ya no es apropiado pensar solo en términos de mi nación o mi país y mucho menos de mi pueblo. Si queremos ser capaces de superar los problemas que enfrentamos, necesitamos lo que he llamado un sentido universal de responsabilidad enraizado en el amor y la amabilidad hacia nuestros hermanos y hermanas humanos.
