La esperanza es necesaria para quienes desean complacer a Dios. Por lo tanto, es uno de los medios más poderosos para acercarse a Dios, como también para permanecer firmes en la religión. Especialmente en los tiempos modernos, que están llenos de tentaciones, apetitos, pruebas e incomprensión.
Por eso se debe adquirir todas las buenas actitudes que le ayuden a lograr su cometido. Y el más importante de esos medios es la esperanza en Dios. Debemos comprender en una forma correcta para contarnos entre quienes verdaderamente la tienen, porque si entendiéramos por ello algo incorrecto acabaríamos desviados.
Lingüísticamente, la esperanza significa esperar o desear algo, con una actitud positiva y activa. Nos ayuda a conseguir lo que buscamos, que es la complacencia de Dios. Y la admisión en el Paraíso, y allana el camino para que nuestro viaje sea seguro y beneficioso.
El musulmán debe aprender a diferenciar entre la esperanza y el mero deseo, porque muchas personas piensan que tienen verdadera la tienen, cuando en realidad lo que sienten no cumple esas características.
La diferencia básica entre ambas cosas es que la esperanza viene acompañada de una actitud positiva y una clara predisposición a esforzarse para lograr lo que se desea, mientras que el deseo a menudo viene acompañado de una actitud de pereza, o de pesimismo.
Los deseos pueden ser algo reprobables o cuanto menos carentes de nobleza, pero en cambio la esperanza siempre es elogiable. Esto es porque los deseos no siempre vienen acompañados de una actitud o predisposición correcta. En cambio, la esperanza implica pensar positivamente en el futuro y por lo tanto en Dios.
Si uno planta su semilla en un buen suelo, pero nunca se esfuerza en regarla ni ruega por lluvia. Entonces no estará haciendo tampoco todo lo que está a su alcance. Y esto no es comparable a la esperanza.
Cuando uno realiza todos los esfuerzos necesarios y posibles que estén dentro de su capacidad. Y luego pone su confianza en Dios para que lo que ha hecho dé efectivamente el resultado esperado, entonces puede decirse verdaderamente que tiene esperanza.
