Cómo vivir según la enseñanza de Jesucristo sobre el alimento que da vida eterna

Cómo vivir según la enseñanza de Jesucristo sobre el alimento que da vida eterna

¿Te has preguntado alguna vez cuál es el verdadero sentido de la vida y el verdadero propósito de tu trabajo? ¿Te has sentido insatisfecho con las cosas materiales y temporales que el mundo te ofrece? ¿Te gustaría encontrar el alimento que te llene y te dé la vida eterna?

Si tu respuesta es sí, entonces este artículo es para ti. Aquí te explicaremos qué nos enseñó Jesucristo sobre el alimento que da vida eterna y cómo podemos aplicar esta lección a nuestra vida cotidiana.

El consejo de Jesucristo

El milagro de los panes y los peces

Jesucristo es el Hijo de Dios que vino al mundo para salvarnos de nuestros pecados y darnos la vida eterna. Él realizó muchos milagros y enseñó muchas verdades que nos revelan el amor y la voluntad de Dios.

Uno de esos milagros fue alimentar a una gran multitud con cinco panes y dos peces, demostrando su poder y su compasión. Pero al día siguiente, la gente lo buscaba para seguir comiendo de su pan, sin entender el significado profundo de lo que había hecho.

El pan de vida

Entonces Jesús les dijo: «Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a este señaló Dios el Padre» (Juan 6:27).

Con estas palabras, Jesús les estaba invitando a buscar no solo el alimento físico, sino el alimento espiritual, el que proviene de Dios y nos da la vida eterna. Jesús se identificó a sí mismo como el pan de vida, el que descendió del cielo y da vida al mundo. El que cree en él, nunca tendrá hambre ni sed, sino que tendrá la seguridad de la resurrección en el día postrero.

Jesús dijo: «Yo soy el pan de vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed» (Juan 6:35). Él es el único que puede saciar nuestra hambre y nuestra sed espirituales, porque él es el único que nos puede dar la gracia y la verdad de Dios. Él es el único que nos puede dar la comunión con Dios y con los demás. Él es el único que nos puede dar la paz y la alegría que tanto anhelamos.

La obra de Dios

La fe en Jesucristo

Ante esta enseñanza, la gente le preguntó a Jesús: «¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?» Y Jesús les respondió: «Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado» (Juan 6:28-29).

La obra de Dios no consiste en hacer muchas cosas buenas o religiosas, sino en creer en Jesucristo, el enviado de Dios, el que murió por nuestros pecados y resucitó al tercer día. Al creer en él, recibimos el perdón de Dios y la vida eterna. Esta es la obra más importante y necesaria que debemos hacer.

Creer en Jesucristo implica confiar en él como nuestro Salvador y Señor. Implica arrepentirnos de nuestros pecados y recibir su amor incondicional. Implica seguir sus mandamientos y sus ejemplos. Implica amar a Dios con todo nuestro ser y amar al prójimo como a nosotros mismos.

La obediencia a Jesucristo

Pero creer en Jesucristo no es solo un acto mental o emocional, sino también un acto práctico y moral. Creer en Jesucristo implica obedecerle como nuestro Maestro y Rey. Implica hacer su voluntad y no la nuestra. Implica servirle a él y no al mundo.

Implica negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz y seguirle (Mateo 16:24). Implica estar dispuestos a sufrir por él y con él, sabiendo que también compartiremos su gloria (Romanos 8:17). Implica dar testimonio de él ante el mundo, sin avergonzarnos de su nombre (Marcos 8:38).

La conclusión

La vida es un regalo de Dios y debemos aprovecharla para glorificarlo y servirlo. No debemos vivir solo para satisfacer nuestros deseos materiales o temporales, sino para buscar las cosas espirituales y eternas. Jesucristo es el único que puede darnos el verdadero sentido de la vida y el verdadero alimento para nuestra alma.

Te invito a reflexionar sobre tu propia vida y a preguntarte: ¿Estoy trabajando por el alimento que perece o por el alimento que da vida eterna? ¿Estoy creyendo en Jesucristo como mi pan de vida? ¿Estoy viviendo según su enseñanza?

Si aún no has creído en Jesucristo, te animo a hacerlo hoy mismo. Él te está esperando con los brazos abiertos para darte su amor y su vida. Solo tienes que abrir tu corazón y recibirlo como tu Salvador y Señor. Él te dará el alimento que a vida eterna permanece.

Si ya has creído en Jesucristo, te felicito por tu decisión. Te animo a seguir creciendo en tu fe y en tu relación con él. Busca su voluntad y su dirección en tu vida. Aliméntate de su palabra y de su presencia. Comparte su amor y su mensaje con los demás. Vive para su gloria y para su reino.

Que Dios te bendiga y te guarde. Que el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; que el Señor alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz (Números 6:24-26).

Amén.

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