
La comunicación oral es una habilidad fundamental para los estudiantes universitarios, especialmente en contextos académicos. Realizar exposiciones orales efectivas y adecuadas a cada situación puede marcar una gran diferencia en el desarrollo profesional y personal de los estudiantes.
A pesar de esto, muchos estudiantes universitarios pueden desconocer las estrategias y los recursos necesarios para realizar presentaciones orales de manera efectiva. Esto puede resultar en exposiciones confusas, mal estructuradas o poco interesantes para el público.
Es importante destacar que, al igual que cualquier otra habilidad, la comunicación oral se puede mejorar con la práctica y el aprendizaje de técnicas específicas.
Conocer los tipos de discursos, las características del público, la estructura de la exposición, el uso del lenguaje, la preparación de materiales de apoyo y la evaluación de las presentaciones orales son algunos de los aspectos clave a tener en cuenta.
Para ayudarte a mejorar en este ámbito, te presentamos este manual, que proporciona información teórica y práctica sobre la comunicación oral en contextos académicos.
Según el diccionario, la conversación es «el intercambio de ideas, opiniones o impresiones entre 2 o más personas». Es decir, es una forma de comunicarnos que implica escuchar y hablar, pero también pensar y sentir. Cuando conversamos, no solo transmitimos información, sino que también expresamos nuestras emociones, nuestros intereses, nuestros valores y nuestra personalidad.
La conversación puede ser muy placentera cuando se da con personas con las que tenemos afinidad o confianza. Por ejemplo, cuando hablamos con nuestras amigas o amigos, nos sentimos cómodos y libres de decir lo que pensamos y sentimos. Además, podemos reírnos, divertirnos y pasar un buen rato. La conversación nos ayuda a fortalecer los vínculos afectivos y a sentirnos parte de un grupo.
Pero la conversación también es muy útil cuando se da en un contexto educativo. Por ejemplo, cuando participamos en una clase o en un taller, podemos aprender mucho más si escuchamos, pero también hablamos.
La conversación nos permite exponer nuestras ideas, resolver nuestras dudas, contrastar diferentes puntos de vista y ampliar nuestros conocimientos. La conversación nos ayuda a desarrollar el pensamiento crítico y creativo.



