Bienaventurado el hombre que puede alabar a Dios como lo hizo David, Dios creó al hombre para Su alabanza y gloria, esto es un misterio y una fuente de controversia para muchas personas, ese era el tesoro de David, tener la inspiración de DIOS.
A los salmos se les puede considerar una guía perfecta para aprender a orar, y una fuente de inspiración para alabar a Dios. Independientemente de su estado emocional, puede encontrar uno o más salmos que expresan exactamente lo que quiere clamar a DIOS.
Así, a lo largo de los siglos, los que aman a Dios, han encontrado en los salmos; inspirados por el mismo Espíritu de Dios, las palabras adecuadas para expresar su clamor, su amor y su adoración al Dios todopoderoso.
La lectura de los Salmos no deja de nutrir la mente, y el corazón del creyente. De esta manera, se forman percepciones saludables y correctas de Dios y de uno mismo. Es bueno leer los Salmos continuamente. Incluso, algunas personas leen el Libro completo de los Salmos cada mes, cuyo resultado es muy positivo.
El centro de cada salmo es Dios, aunque habla del hombre y de todos sus estados emocionales; DIOS sigue siendo el eje central. David era muy importante en la tradición salmista de Israel, pero no encontramos ningún poema en honor a David. El que recibe todo el honor y la gloria es Dios.
Aunque los Salmos están inspirados en DIOS y no en el hombre, nos dicen muy bien cómo es el hombre. Los psicólogos encuentran todos los estados emocionales humanos en los Salmos. Y la forma de abordar cada situación.
Los salmistas reconocen que sus enemigos son fuertes; empero, es fundamental percibir que para ellos Dios tiene infinitamente más poder; en un momento los disipa como tamo o como hojarasca. Jamás dudan del triunfo de Dios sobre sus enemigos y en favor de su pueblo.
Ahora, si tenemos la oportunidad de usar estas oraciones en nuestra guerra espiritual, también debemos aprender de todas las oraciones en los Salmos para adorar a Dios. El tesoro de David es accesible para todos. Es fundamental que los cristianos enriquezcan su lenguaje para dirigirse a DIOS, en oración o alabanza, y los Salmos son una maravillosa fuente de palabras.