
¿Cuál es el El secreto para una familia feliz? La modernidad ha traído no solo avances en la tecnología, sino también avances en el conocimiento cerebral y emocional, ahora que el hombre es más consciente de sí mismo, tiene la oportunidad de vivir una vida armoniosa, en todos los aspectos de su vida.
Si pensamos en la vida diaria de nuestra familia, seguramente nos vienen a la cabeza recuerdos de situaciones muy diversas.
Por una parte, encuentros entrañables compartidos con seres queridos y con los cuales los vínculos afectivos y personales proporcionan una confianza y sentimientos especiales.
Por otra parte, momentos de dificultad, en los que la convivencia, y el entendimiento de unos con otros. Así como el manejo de las emociones que tienen lugar ante una discusión. Un conflicto o un cambio se convierte en un reto para la familia.
Sin embargo, al convertirnos en padres, tomamos además conciencia de la dificultad de educar y enseñar a nuestros hijos en este sentido.
Ninguna herramienta surte efecto por obra de la magia, o casualidad, sino que requiere de voluntad para ser aprendida e integrada. Y finalmente servir de manera práctica y real en el día a día.
La inteligencia emocional, según apunta Goleman, es la capacidad de una persona para manejar una serie de habilidades y actitudes.
Entre las habilidades emocionales, se incluyen la conciencia de uno mismo; la capacidad para identificar, expresar y controlar los sentimientos. La habilidad de controlar los impulsos y posponer la gratificación, así como la capacidad de manejar la tensión y la ansiedad.
La tesis de dicho autor se fundamenta en el hecho de que no es tanto el cociente intelectual de una persona sino el manejo de estas habilidades lo que determina su éxito en la vida o su felicidad.
El primer elemento propuesto para el aprendizaje de la inteligencia emocional es el autoconocimiento, o conciencia de uno mismo. Tomar conciencia de los propios deseos y motivaciones, los modos de reaccionar ante las situaciones diversas de la vida familiar.
los valores que tenemos como padre, madre o núcleo familiar, también, los sentimientos que invaden el día a día, los momentos felices y aquellos de conflicto y preocupación…