El reset colectivo, Suzanne Powell, PDF

Se suele decir que, lo que crees lo creas, y es así como se empieza a manifestar en nuestras vidas. Todos los pensamientos y problemas que desearíamos no tener. 

Cuando perdemos la paz de nuestra mente ya no descansamos de la misma manera y empezamos a pensar en negativo. Normalmente nos encontramos que el problema general de la mayoría de la gente se basa en el descontrol del sistema nervioso.

A través de la práctica zen se logra un control perfecto del sistema nervioso y eso aporta esa paz que tanto necesitamos. Cuando un médico convence al paciente, que va a tener, esa enfermedad de por vida. El paciente mantiene esa idea en su mente, y lo termina creando en su propia realidad.

Con la técnica zen, podemos encontrar la raíz del problema, que puede estar en el plano físico, en los hábitos físicos. Puede estar en el plano mental, en la conducta psicológica; o puede estar en el plano multidimensional. Los diagnósticos están basados en estas tres dimensiones: en lo que podemos medir, tocar y ver.

Una de las enfermedades que está más de moda es la fibromialgia, y es muy común que venga un paciente y diga; el médico me ha dicho que tengo fibromialgia, que me moriré con esto, pero no me moriré de esto, ¿es cierto?

Con la ayuda del chequeo para buscar primero la raíz de su problema; podemos descodificar su mente y decirle. Que está en su propio poder curarse, mejorar toda su vida, volver a empezar.

Realmente, si recuperamos nuestra capacidad mental de creer para crear, sentirnos con esa absoluta certeza, que podemos conseguir lo que creamos. Respetando también a los demás, sin hacer daño a nadie, podemos lograr que finalmente se realicen nuestros sueños. Una de las mayores limitaciones que tenemos es la capacidad de no pensar que somos capaces de conseguir lo que queremos.

Si supiéramos lo maravillosos, lo grandiosos, lo soberanos que somos como divinos cocreadores de nuestra existencia, no diríamos todas las barbaridades que decimos constantemente.