
El ser humano es en esencia un ser social, alguien que necesita mantener relaciones grupales para poder sobrevivir. De hecho, se sabe que los niños necesitan cuidado y protección para su adecuado crecimiento y desarrollo, lo cual los hace depender de los demás para aprender a funcionar en los ambientes en los que son criados.
Para lograr este cometido, necesitan adoptar una forma de expresión de sus necesidades y deseos, a fin de lograr satisfacerlos. A ese fin sirve la comunicación.
No siempre nos hemos comunicado como hoy lo hacemos. Para poder entender nuestros actuales mecanismos de comunicación, vale la pena retroceder en el tiempo y revisar la manera cómo llegamos a ser lo que somos.
Hubo una época cuando el hombre ni siquiera hablaba y apenas se comunicaba a través de un sistema de señales, y de signos pictóricos, es decir, de imágenes dibujadas en cuevas, con las que intentaba exponer el sentido que daban a lo que percibían a su alrededor.