El estrés y cómo nos afecta, PDF

El estrés es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia. Se define como la reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada. 

Cuando esta respuesta natural se da en exceso se produce una sobrecarga de tensión que repercute en el organismo y provoca la aparición de enfermedades y anomalías patológicas que impiden el normal desarrollo y funcionamiento del cuerpo humano.

La respuesta al estrés es nuestra particular forma de afrontar, y adaptarnos a las diversas situaciones y demandas que nos vamos encontrando. Es una respuesta que aparece cuando percibimos que nuestros recursos no son suficientes para afrontar los problemas.

En la actualidad el estrés forma parte de nuestras vidas, a veces tanto, que ya no distinguimos qué es exactamente lo que nos estresa. O estamos en un estado permanente de estrés y ni siquiera somos conscientes de ello, es más, lo vemos como un estado normal.

El manejo del estrés comienza con la identificación de las fuentes de estrés en tu vida. Nuestras verdaderas fuentes de estrés no siempre son evidentes, y es muy fácil pasar por alto nuestros propios pensamientos, sentimientos y comportamientos inductores de estrés.

Muchas veces no es únicamente la situación en sí la que nos estresa, sino cómo la interpretamos, esta interpretación es la que nos produce una determinada emoción que es la que va a influir en cómo nosotros nos comportemos, en qué estrategia pongamos en marcha para resolver esa situación.

Ante un estímulo estresante, el organismo reacciona automáticamente preparándose para la respuesta, para la acción, tanto para luchar como para escapar del estímulo estresante. 

Se genera una activación con las típicas manifestaciones de sequedad de boca, pupilas dilatadas, sudoración, tensión muscular, taquicardia. Aumento de frecuencia respiratoria, aumento de la tensión arterial, etc.

La exposición a situaciones de estrés no es en sí misma algo malo, o que conlleve a efectos necesariamente negativos. Sólo cuando las respuestas de estrés son excesivamente intensas, frecuentes y duraderas pueden producirse diversos trastornos en el organismo.

Autora: Ana Mª Regueiro
Especialista en Psicología Clínica y de la Salud

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