
Cuando practicamos la meditación, no debemos contener demasiado la mente, ni tampoco soltarla del todo, si tratamos de refrenar la mente, su energía se volverá contra nosotros, y si la aflojamos demasiado se pondrá muy agitada y turbulenta.
De manera que dejamos que la mente este libre, pero manteniendo siempre un elemento de disciplina.
Las técnicas budistas tradicionales son sumamente simples: la conciencia del movimiento corporal, de la respiración, y de la situación física son comunes a todas las tradiciones.
la practica esencial consiste en estar presente, aquí mismo. El objetivo a la vez es la técnica, estar precisamente en el instante y sin reprimirse ni desenfrenarse,; estar consciente de lo que unos es, de manera muy precisa.
La respiración a así como la existencia del cuerpo, son procesos neutros desprovistos de connotaciones espirituales, No hacemos mas que observar su funcionamiento natural.
Nunca nos estancaremos en la vida, ya que esta siempre nos ofrece alguna oportunidad para ser creativos, o algún incentivo que nos obligue a improvisar.