
La riqueza no es una recompensa por hacerlo bien en la vida, sino por hacerlo mejor que los demás. He aquí algunas cosas a las que puedes prestar atención para tomar decisiones inteligentes en tu carrera.
El Kyudo, es un estilo de tiro con arco, lo practican por los budistas zen japoneses.
Algunos lo consideran un arte marcial, aunque muchos de sus practicantes ni siquiera se molestan en competir. En el Kyudo, se utiliza un arco sobredimensionado, que tiene una forma irregular y el mango ni siquiera está en el centro.
Como si esto fuera poco, el arco debe sostenerse por encima de los hombros, una postura que impide usar los músculos de la espalda y los bíceps. La cuerda se toma sólo con el dedo pulgar.
Sin embargo, la puntería de los arqueros zen es legendaria, a veces no solo golpean el centro del objetivo con una flecha, sino que también rompen otra flecha que ya está en el medio.
¿Cómo es posible tanta precisión en circunstancias tan adversas?
La respuesta es simple pero sorprendente: los arqueros zen, no sólo aprenden a tensar el arco sin hacer fuerza, en un proceso que dura aproximadamente 3 años, sino que tampoco apuntan. De hecho, ni siquiera miran al blanco.
El Kyudoca se enfoca completamente en el proceso, no en el resultado deseado. Se enfoca en la acción de tirar y sostener la cuerda, no en donde debe ir la flecha. Para él, era más importante aprender el arte del trabajo sin esfuerzo, que el resultado en sí mismo. Pero como consecuencia de esta forma de vivir, el resultado se alcanza. La flecha llega al blanco.
Dado que nos educaron con la idea, que todo resultado deseado, y merecido se logra con esfuerzo, la idea Zen en la arquería puede sonar descabellada.
Sin embargo, el concepto de hacer más con menos esfuerzo no es exclusivo de las artes marciales. En un mundo muy diferente de los monasterios budistas, así en los negocios y la economía, se aplican las mismas leyes.
Si observas con detenimiento a personas exitosas, te darás cuenta que son personas diferentes en su manera de pensar. Personas enfocadas y productivas
Si bien esta energía y capacidad de trabajo a menudo nos ayuda a fortalecer el vínculo entre el éxito y el esfuerzo, en realidad demuestra una verdad mucho más importante pero menos obvia.
El emprendedor zen es alguien que aplica en los negocios los mismos criterios que los kyudokas aplican en su campo. Es decir, disfrutar de la actividad que se está realizando, estar muy concentrado y natural para conseguir un resultado sorprendente.
