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Desarrollo de habilidades para la vida, PDF

Desarrollo de habilidades para la vida, PDF

La investigación científica demuestra que los años de la niñez son decisivos y cruciales para el desarrollo de la inteligencia, la personalidad y el comportamiento social.

No hay ninguna duda de que el ejemplo arrastra y que los niños y niñas captan las vivencias y actitudes del medio familiar y educativo en que discurren en su crecimiento y desarrollo.

En los primeros años de la vida del niño, la familia constituye la primera fuente de socialización. Allí el niño aprende a distinguir las conductas deseables de las que no lo son. La internalización de las normas y los valores incorporados por los padres se constituyen en baluartes para la orientación.

Se ha definido al ciudadano como la persona que es capaz, en cooperación con otros, de construir o transformar las leyes que él mismo quiere cumplir y proteger para un ejercicio pleno de la vida con dignidad, esto es, en el respeto por sí mismo y por los otros.

¿Qué son habilidades para la vida?

Son destrezas psicosociales que les facilitan a las personas afrontar en forma efectiva las exigencias y desafíos de la vida diaria, es decir, son destrezas para aprender a vivir. En el caso de los adolescentes, la adquisición de estas destrezas les provee de herramientas específicas que les facilitan un comportamiento más positivo y saludable.

El fortalecer la habilidad para tomar decisiones les permite identificar las situaciones, pensar en las alternativas, evaluar las ventajas y desventajas y decidir.

Las habilidades para la vida son genéricas, o sea que una misma habilidad tiene aplicación en distintas situaciones cotidianas y de riesgo psicosocial durante la niñez y la adolescencia.

Las habilidades para la vida guardan estrecha relación con la promoción de la salud y el tejido de resiliencia. Favorecen el desarrollo de aptitudes personales para optar por actitudes resilientes y estilos de vida y comportamientos saludables.

Las metas de desarrollo humano integral y diverso son homologables con los tres grupos de habilidades para la vida: habilidades sociales: autoestima y solidaridad; habilidades cognitivas: autonomía y creatividad; habilidades para el control de las emociones: autoestima.

La consecución de habilidades para la vida hace que un ser humano esté conforme con lo que es y no solo con lo que tiene y pueda, por lo tanto, ejercer su proceso vital humano en unas condiciones favorecedoras de su propio desarrollo, es decir, con un tejido de resiliencia que facilita el afrontamiento de las adversidades de la vida diaria.

Luz Elena Gómez L. Licenciada en Educación Especial
Olga Liliana Suárez D. Fonoaudióloga
Especialista en Comunicación Organizacional

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