
Todos aquellos que pretenden predecir o prever el futuro son unos impostores, porque el futuro no está escrito en ninguna parte: todavía hay que hacerlo. Afortunadamente, porque sin esta incertidumbre, la acción humana perdería su grado de libertad y sentido.
La actitud futurista nació de la rebelión de la mente contra el yugo del determinismo y el juego. Por tanto, es una guerra contra el destino y contra el azar. Esta guerra se pelea con fuerza de voluntad.
Ahora bien, no hay voluntad sin objeto, y el objeto de la voluntad es el deseo realizado. El proyecto se lleva a cabo por el deseo que es el motor de la acción.
El origen de la previsión, es un axioma de libertad frente a muchos futuros inciertos, e indefinidos. Entonces no tiene nada que ver con el determinismo futurista y la bola de cristal. Un pronóstico no es aquel que está demasiado marcado por la cuantificación y extrapolación de tendencias.
El mundo no está separado y la sociedad no puede reducirse a los términos de una máquina diseñada para producir y vender valor agregado. La productividad empresarial, no garantiza la competitividad. También se necesita calidad e innovación, que depende sobre todo del comportamiento, iniciativa e imaginación de las personas y a todos los niveles.
Una visión global es necesaria para la acción local. Las personas de su nivel deben ser capaces de dar sentido a sus acciones, es decir, adaptarlas al proyecto más global al que se encuadra.
La movilización de inteligencia es aún más eficaz cuando forma parte de un proyecto que es claramente conocido por todos. Por lo tanto, la promoción interna y la estrategia externa son dos objetivos inseparables que no se pueden lograr por separado.
En las empresas, y las administraciones. Lo mas frecuente es que los grupos de trabajo deban rendir cuentas al cabo de un periodo inferior a un año. En casos extremos, algunos directivos pueden lanzar una reflexión prospectiva cuyos resultados tendrán que darse al cabo de algunas semanas. Las condiciones de la reflexi6n raramente son las ideales, pero vale mas iluminar las decisiones que tomarlas completamente a oscuras.
El camino de la predicción, a la acción está lleno de trampas: constantemente debes hacerte las preguntas correctas. Analizar el juego del jugador, reducir la incertidumbre sobre los posibles escenarios, identificar y evaluar opciones estratégicas. En resumen, los autores intelectuales del futuro necesitan armas.