La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos, basada en la percepción que tenemos de nuestras características, capacidades y limitaciones.
Tener una buena autoestima es esencial para el desarrollo personal y social, ya que nos permite conocernos mejor, aceptarnos tal como somos, enfrentar los desafíos con confianza, desarrollar nuestro potencial, relacionarnos con los demás de forma positiva y sentirnos felices y realizados.
Sin embargo, muchas veces nuestra autoestima puede verse dañada por factores externos o internos que nos hacen sentir inferiores, incapaces o insatisfechos. Por eso, es importante que trabajemos en cultivar nuestra autoestima, mediante el desarrollo de seis hábitos fundamentales que propone el psicólogo Nathaniel Branden:
1. Vivir de manera consciente
Este hábito consiste en enfrentar la vida con una actitud proactiva, no limitándonos a resolver los problemas, sino saliendo a su encuentro. Implica ser reflexivos y conocernos profundamente, sabiendo por qué tomamos unas decisiones en vez de otras. También significa aceptar nuestros errores, corregirlos y aprender de ellos.
Para vivir de manera consciente, podemos realizar actividades que nos permitan reflexionar sobre nuestros gustos, intereses, valores, fortalezas y debilidades. Por ejemplo:
- Hacer un collage con imágenes o palabras que representen nuestras cualidades o rasgos personales.
- Escribir una carta o un diario donde expresemos nuestros sentimientos, pensamientos o sueños.
- Realizar un test o un juego que revele nuestras preferencias o estilos de aprendizaje.
Estas actividades nos ayudan a descubrir quiénes somos, qué nos gusta y qué nos hace únicos. Así podemos valorarnos más y sentirnos más seguros de nosotros mismos.
2. Aceptarse a sí mismo

Este hábito consiste en reconocer y respetar nuestras diferencias y nuestras limitaciones,
sin juzgarnos ni compararnos con los demás. Es imposible que logremos amarnos si no nos aceptamos completamente, con nuestras virtudes y defectos.
Las personas que no se aceptan, viven saboteando sus relaciones y logros profesionales porque creen que no merecen tener amor ni éxito. Sin embargo, cuando nos aceptamos logramos reconciliarnos con nosotros mismos y también reconciliarnos con los errores del pasado. La aceptación es clave para cultivar la autoestima.
Obviamente, la aceptación no implica que no estemos dispuestos a mejorar, sino que comprendemos nuestros límites y, aun así, somos felices porque nos centramos en nuestros logros y fortalezas.
Para aceptarnos a nosotros mismos, podemos realizar actividades que nos enseñen a reconocer y respetar la diversidad de personas que hay en el mundo. Por ejemplo:
- Hacer un mural con fotos o dibujos que muestren la diversidad de personas que hay en el mundo.
- Leer cuentos o historias que traten temas como la tolerancia, la inclusión o la superación personal.
- Realizar un debate o una dinámica donde se expongan distintas opiniones o puntos de vista sobre un tema.
Estas actividades nos ayudan a comprender que cada persona es única e irrepetible, y que todos tenemos algo que aportar al mundo.
3. Autorresponsabilidad
Este hábito implica que comprendemos y aceptamos que somos responsables de nuestros comportamientos y decisiones, así como de nuestros deseos, valores y creencias; lo cual también implica que somos responsables de nuestra felicidad.
Las personas que no se responsabilizan de sus vidas, suelen culpar a los demás o a las circunstancias de sus problemas o fracasos. Esto les genera una sensación de impotencia y frustración. Sin embargo, cuando asumimos la responsabilidad de nuestras acciones y sus consecuencias, nos sentimos más libres y empoderados.
Para ser autorresponsables, podemos realizar actividades que nos ayuden a tomar conciencia de nuestras elecciones y sus efectos. Por ejemplo:
- Hacer una lista de las cosas que dependen de nosotros y las que no dependen de nosotros.
- Escribir un plan de acción para alcanzar una meta u objetivo personal.
- Evaluar los resultados de nuestras acciones y aprender de los aciertos y los errores.
Estas actividades nos ayudan a desarrollar nuestra capacidad para elegir lo que queremos hacer con nuestra vida y para asumir las consecuencias de nuestras decisiones.
4. Autoafirmación

Este hábito consiste en expresar abierta y honestamente nuestros pensamientos, sentimientos y necesidades, respetando los de los demás. Implica defender nuestros derechos e intereses sin agredir ni someternos a nadie.
Las personas que no se afirman a sí mismas, suelen callar lo que piensan o sienten por miedo al rechazo o al conflicto. Esto les genera una sensación de insatisfacción e inseguridad. Sin embargo, cuando expresamos lo que somos y lo que queremos con claridad y confianza, nos sentimos más respetados y valorados.
Para ser autoafirmativos, podemos realizar actividades que nos ayuden a comunicarnos mejor con los demás. Por ejemplo:
- Practicar técnicas de asertividad para expresar nuestra opinión o negarnos a algo sin ofender ni herir.
- Participar en grupos o talleres donde podamos compartir nuestras experiencias o puntos de vista con otras personas.
- Pedir ayuda o consejo cuando lo necesitemos sin sentirnos culpables o avergonzados.
Estas actividades nos ayudan a mejorar nuestra habilidad para relacionarnos con los demás desde el respeto mutuo y la cooperación.
5. Vivir con propósito
Este hábito se refiere a tener unos objetivos claros y coherentes con nuestros valores y deseos,
y trabajar para alcanzarlos. Implica tener una visión de lo que queremos lograr en nuestra vida y orientar nuestras acciones hacia ese fin.
Las personas que no viven con propósito suelen sentirse perdidas o confundidas sobre lo que quieren hacer con su vida. Esto les genera una sensación de vacío o falta de sentido. Sin embargo, cuando tenemos unos propósitos definidos y motivadores, nos sentimos más ilusionados y comprometidos.
Para vivir con propósito, podemos realizar actividades que nos ayuden a descubrir y a perseguir nuestros sueños. Por ejemplo:
- Hacer un mapa de nuestra vida, donde plasmemos nuestros proyectos, metas y acciones para realizarlos.
- Buscar información, recursos o personas que nos inspiren o nos apoyen en nuestro camino.
- Celebrar nuestros logros, por pequeños que sean, y recompensarnos por nuestro esfuerzo.
Estas actividades nos ayudan a darle sentido y dirección a nuestra vida, y a disfrutar del proceso.
6. Integridad personal

Este hábito consiste en actuar de acuerdo con nuestros principios y valores, sin traicionarlos por conveniencia o presión externa. Implica ser coherentes entre lo que pensamos, sentimos y hacemos.
Las personas que no tienen integridad personal suelen actuar contra sus convicciones o mentir sobre sus intenciones. Esto les genera una sensación de culpa o vergüenza. Sin embargo, cuando actuamos con integridad personal, nos sentimos más orgullosos y dignos.
Para tener integridad personal, podemos realizar actividades que nos ayuden a ser fieles a nosotros mismos. Por ejemplo:
- Identificar nuestros valores fundamentales, y revisar si nuestras acciones están alineadas con ellos.
- Practicar la honestidad, tanto con nosotros mismos como con los demás, sin ocultar ni manipular la verdad.
- Asumir las consecuencias de nuestros actos, sin excusarnos ni culpar a otros.
Estas actividades nos ayudan a fortalecer nuestro carácter y nuestra confianza en nosotros mismos.
Conclusión
La autoestima es un factor clave para nuestro bienestar y felicidad. Sin embargo, muchas veces podemos tener una baja autoestima que nos impide disfrutar de la vida y alcanzar nuestros objetivos. Por eso, es importante que trabajemos en cultivar nuestra autoestima, mediante el desarrollo de seis hábitos fundamentales: vivir de manera consciente, aceptarnos a nosotros mismos, ser autorresponsables, autoafirmarnos, vivir con propósito e integrarnos personalmente.
Estos hábitos nos ayudan a conocernos mejor, a valorarnos más, a confiar en nuestras capacidades, a expresar nuestros deseos, a perseguir nuestros sueños y a actuar con coherencia. Así podremos sentirnos más satisfechos y realizados con nosotros mismos y con los demás.
Espero que este artículo te haya sido útil y te anime a mejorar tu autoestima. Si te ha gustado, compártelo con tus amigos o déjame un comentario. ¡Gracias por leerme!
