
El cristiano está llamado a dejar atrás todo aquello que lo ata al mundo materialista. Para convertirse en una persona nueva, transformada por el poder de Dios. Esta transformación implica un cambio profundo en la manera de pensar, sentir y actuar, y requiere una entrega total a Dios y su voluntad.
El apóstol Pablo lo dijo así: «Por tanto, si alguno está en Cristo, nueva criatura es. Las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas» (2 Corintios 5:17).
Para convertirse en una persona espiritual, el cristiano debe buscar la guía del Espíritu Santo, que lo capacita para comprender las cosas de Dios. Y vivir de acuerdo con su voluntad. Esto implica renunciar a las actitudes egoístas y apegadas a las cosas materiales, y cultivar una vida de fe, amor y servicio.
El cristiano está llamado a vivir en el mundo sin ser del mundo, es decir. A tener una perspectiva espiritual que le permita discernir lo que es importante y valioso a los ojos de Dios.
Es importante que cada creyente estudie las Escrituras para comprender mejor la voluntad de Dios y cómo vivir en su presencia. Dijo el Señor Jesucristo: «escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí». (Juan 5:39).
Es fundamental reconocer que los pastores y líderes de la iglesia desempeñan un papel relevante en la orientación y el acompañamiento espiritual de los creyentes, pero es importante recordar que su función debe complementar la de las Escrituras y no reemplazarla.
Los líderes de la iglesia pueden ser un buen ejemplo y maestros de las enseñanzas bíblicas, pero cada creyente debe buscar su propia relación con Dios y profundizar en su comprensión de la Palabra a través del estudio y la meditación personal.
El pastor debe ser un buen ejemplo y maestro de las enseñanzas bíblicas. Pero cada creyente es responsable de su propia relación con Dios y debe buscarlo en Oración y estudio de la Palabra.
Al estudiar las Escrituras, el creyente puede descubrir cómo agradar a Dios y cómo crecer en su fe y estatura espiritual. La lectura de la Biblia y la meditación en ella, traen claridad, sabiduría. Y entendimiento en cuanto a la voluntad de Dios y cómo aplicarla en la vida diaria. De esta forma, el creyente puede crecer en su relación con Dios y experimentar una vida plena y satisfactoria en Cristo.
El libro «Cinco cosas que todo cristiano necesita para crecer» es una herramienta útil para el crecimiento espiritual del creyente. Ofrece una visión amplia y práctica de lo que es necesario para crecer en la fe.
Además de las cinco cosas mencionadas en el título, el libro puede contener otras enseñanzas importantes sobre la oración, la adoración, el servicio y el discipulado.



