
Expone la doctora Annie Besant, en las siguientes páginas los principios fundamentales de la ley del karma. De acción y reacción, de causa y efecto, o de causalidad. Como también se la denomina, en términos claros y de sencilla comprensión.
Establece la autora claramente la distinción, entre imagen mental, y forma de pensamiento, que algunas veces se confunden por error en un mismo concepto. Cuando psicológicamente consideradas, la imagen mental es la causa y la forma de pensamiento es el efecto.
De la propia suerte, en la esfera de atracción de nuestro planeta existen de continuo vibraciones físicas, astrales y mentales. Inconfundiblemente compenetradas y distintas por el grado de vibración y perceptibles por el ego mediante el cuerpo o vehículo del mismo grado de vibración.
Todo desarrollado pensamiento del hombre, pasa al mundo interno, y asociado o mejor diríamos entre-fundido, con una medio inteligente, fuerza de los reinos elementales. Se convierte en una entidad activa que como engendrada por la mente sobrevive durante un período proporcional a la intensidad del impulso que la generó.
De esta suerte, el hombre está continuamente poblando su ambiente. Con un mundo de su creación, henchido de los brotes de sus caprichos, deseos, impulsos y pasiones. Que reaccionan sobre cualquier organismo sensitivo o nervioso puesto en contacto con ellos, en proporción de su dinámica intensidad.
En todos los mundos el poder es proporcional al conocimiento y se identifican la omnisciencia y la omnipotencia. La ley debe de ser tan inmutable en los mundos mental y moral, como en el físico. Pues el universo es la emanación del Absoluto y la Ley no es más que la expresión de la Divina Naturaleza.
Se ha dicho con sumo acierto que la imaginación es la facultad creadora de la mente, y así es en un sentido mucho más literal del que se figuran los que emplean dicha palabra.
La aptitud de producir imágenes es la característica facultad de la mente, y las palabras no son más que toscos intentos de representar o expresar un cuadro mental.
La mente forja la cadena, la soporta y al propio tiempo puede limarla. El creador de una forma de pensamiento puede dirigirla a determinado individuo para favorecer o perjudicar, según la índole del elemental que la anima.
En conclusion:
Tal es en bosquejo la capital ley del karma y sus operaciones, cuyo conocimiento y empleo le permite al hombre acelerar su evolución, libertarse de la rueda de muertes y nacimientos y llegar a ser mucho antes de que su raza termine su curso, un auxiliar y salvador del mundo.
Por lo tanto, mejor será afrontar con ánimo alegre los dolorosos resultados de un mal karma, pues vale más pagar cuanto antes las deudas que tengamos.
Cuando los hombres reconozcan esta verdad habrá sonado la hora de su liberación, pues nadie puede esclavizar a quien obtuvo el poder por medio del conocimiento y lo emplea en el amor.
