
El amor no es dependencia emocional de la otra persona, es libre. El amor verdadero no requiere que las personas sean emocionalmente dependientes unas de otras para mantener una relación. En cambio, es un compromiso entre dos personas que quieren estar juntas y tienen las mismas metas y valores.
La dependencia emocional crea problemas en las relaciones porque crea una situación de rehén en la que una persona depende de la otra para su bienestar emocional.
Si la otra persona no está satisfaciendo su necesidad de dependencia emocional, la persona dependiente se sentirá excluida, lo que puede causar un trauma emocional y dañar la relación. .
Se entiende por liberación afectiva, la posibilidad de establecer un vínculo de amor saludable, y sin ataduras. Donde cada quien pueda dar impulso al desarrollo de su libre personalidad, a pesar y por encima del amor.
Liberación afectiva significa, tomar las riendas de la propia vida emocional, aun estando en pareja. Sin agobios y sufrimientos inútiles, que nos impidan ser como realmente somos, o como se nos antoja ser.
Se trata de amar sin depender, y construir un modelo de independencia afectiva, con el cual regir la propia vida emocional. Sabiduría afectiva o amor sabio. Amor que se reinventa a sí mismo, imparable y siempre hacia arriba.
Si por amor debo restringir mi libertad de expresión; bloquear mis pensamientos y sentimientos legítimos. O decir lo que no pienso para no afectar la relación o para no crear malestar al otro. Mi vínculo estará regido por el sometimiento y la prohibición. Mi vida amorosa estará viciada; El apego corrompe a las personas y sus lazos afectivos.
Si por amor debo cambiar mi manera de ser, mi vocación y mis preferencias no estoy emparejado, sino esclavizado. Algunas personas han cambiado el darse gusto, por darle gusto. Y después de un tiempo terminan hastiadas, y ofuscadas consigo mismas por haberse puesto en un segundo plano.
Si por amor debo perder a mis amigos y mis grupos de referencia quizá sería más saludable estar sin pareja. El funcionamiento óptimo de cualquier ser humano incluye las relaciones interpersonales, el don de gente, la vida en sociedad, los amigos, etcétera. Somos animales sociales, tal como se ha dicho infinidad de veces.
No obstante, muchos enamorados se empeñan en aislar a la pareja del resto del mundo; la decomisan como si se tratara de una mercancía. El amor de presidio, donde se vive en exclusividad el uno para el otro y el ser amado, acaba con el potencial de la persona. Y con el amor mismo que tanto se defiende.
Walter Riso.